Caos apocalíptico y posible fin de la raza humana tras la conferencia de Roland René Weballow en Barcelona.

La ciudad de Barcelona, siempre en la vanguardia de la cultura, el arte y la tecnología, gozó ayer de la presencia de uno de los pensadores contemporáneos más importantes de la escena de pensadores contemporáneos del pensamiento contemporáneo actual : R.R. Weballow. El parisino ofreció una conferencia con motivo de la edición de su nuevo libro Explicación de todo lo que hay -para muchos su más importante obra, para otros no.
Ante una audiencia predispuesta al aplauso, Weballow dio sobradas muestras de su dominio de la oratoria y de los tiempos, del conocimiento de la mente humana, de su capacidad de concentración y de un carisma difícilmente igualable. En un monólogo ameno, salpicado de humor y guiños no despojados de ironía dirigidos a otros pensadores, el francés explicó sin ahorro de palabras el punto de partida de su último libro, sus fuentes de inspiración y resaltó fuertemente que el título ha de leerse literalmente, esto es, que en sus páginas se encuentra, de hecho, la explicación de la totalidad de las cosas.
Los presentes, incluso la mayor parte de los seguidores incondicionales de Weballow, se mostraron bastante escépticos ante esta ostentación de saber. Uno de ellos pidió la palabra e increpó a Weballow:
—¿Pero usted nos está diciendo, por ejemplo, que puede ahora mismo explicarnos, por ejemplo, no sé, por ejemplo... de donde venimos, por ejemplo, o sea como raza?
El pensador inspiró lentamente, contuvo el aire unos segundos y expiró dirigiendo el aire hacia el micrófono, de modo que un ronroneo grave resonó en la sala. Sin dejar de mirar al autor de la pregunta, Weballow le contestó. Es decir, le dijo que sí, que eso era lo que estaba diciendo, y además procedió a explicarle de dónde venimos, llevando la respuesta hasta el origen mismo de lo no creado, de lo principal, eterno, de lo que siempre estuvo ahí. El indagador sonrió, sorpresivamente iluminado, y falleció segundos después de un aneurisma cerebral. No fue el único. Otros que también lograron entender la respuesta de Weballow sufrieron lesiones temporales y permanentes de su sistema nervioso y tres personas huyeron de la sala presas del pánico, incapaces de tolerar nuestro origen, de asimilar y asumir eso que somos.
Entenderán los lectores de este diario el motivo por el cual no transcribimos aquí la respuesta del pensador: nosotros mismos no nos atrevemos a leerla y morir; además, sería demasiado ridículo potenciar el caos suscitado ayer en el Hotel Milton, añadir nuestro granito de arena al caos que reina en las calles y comienza a tomar el mundo. Por el momento el gobierno nacional ha afirmado que La Respuesta "ha sido contenida y en principio no tendría que haber más hemorragias nasales ni pérdida súbita de la razón". Explicación de todo lo que hay ha sido retirado de las librerías, aunque circulan copias piratas y hay en internet una versión en PDF. Sin embargo, fuentes alternativas han informado a nuestra redacción sobre lo lejos que estamos de ver esta situación contenida. Existe un grupo terrorista que ha construido una versión resumida de La Respuesta y ataca a la gente cuando menos se lo espera. Suben a los autobuses y desde el pasillo gritan la explicación de nuestro origen y esencia, hiriendo gravemente e incluso matando a los pasajeros. Se desconoce aún cómo hacen estos grupos para controlar el efecto devastador que conlleva la asimilación de la respuesta. Hipótesis tempranas afirman que La Respuesta sólo afecta a quienes la comprenden; el no entendimiento de sus conceptos constituye por ahora el único medio de inmunización y supervivencia. Persiguiendo este objetivo, se ha sabido de gente que se golpea la cabeza contra la pared hasta perder la capacidad de controlar la saliva, gente que se mete un lápiz por la nariz hasta tocarse el cerebro, gente que introduce isopos en sus oído y empuja con sus palmas... Atontarse es la única salvación.

La situación en Estados Unidos es aún peor. Lingüistas profesionales -incapaces de entender La Respuesta- han logrado traducirla, sin embargo, a una frase de 6 palabras. La Frase se multiplica en internet como un cáncer binario. En forma de pop-ups, de cadenas de emails y de falsa publicidad, ataca a los internautas cuando menos se lo esperan. Correos electrónicos con asuntos como "Fotos de Brasil" o "Las mejores colas del verano" contienen la fatal frase. La gente la lee antes darse cuenta de qué está leyendo, y fallece.
Es el apocalipsis. Se desconoce la ubicación actual de Weballow. Encontrarlo, han dicho las autoridades, es nuestra única esperanza. Úrsula Llorente, a cargo del flamante Organismo para la Supresión del Fatal Conocimiento de La Respuesta, ha afirmado que Weballow es la única persona que entiende la pregunta y es inmune a ella: "Quizás porque además de La Respuesta, Weballow conoce la explicación de todo lo demás, es que es inmune. Nuestro equipo de filósofos postula que una verdad parcial puede ser más abrumadora que una verdad total: entender una porción del todo es a veces más perjudicial que el todo en sí. Tenemos voluntarios que intentan llegar al final del libro, vislumbrar todo antes de los derrames o las embolias, y una vez allí, en La Comprensión que sucede a la finalización del libro, comprobar si la hipótesis es cierta. Los resultados, sentimos admitirlo, han sido, hasta ahora, desalentadores. Nadie logra pasar del cuarto capítulo, titulado 'Introducción a la representación mental de las proporciones del Hombre con respecto al Cosmos'".
Mientras tanto, la gente no abandona sus casas. Los que lo hacen caminan mirando el suelo y con tapones en sus oídos. Las clases se han suspendido, y todo el mundo falta al trabajo. Por precaución, han cesado todas las transmisiones de radio y televisión, después de que alguien llamara a Radio Nacional y en medio de su comentario sobre lo mucho que le gustaban las canciones de Julio Iglesias, gritara una versión de 10 palabras de La Respuesta, matando al conductor del programa, al operador y a quién sabe cuántos radioescuchas.
Desde el búnker subterráneo de nuestra redacción, enviamos fuerzas a todos nuestros lectores. Les rogamos que sean pacientes e intenten conservar la calma. Esperamos que la OSFCLR encuentre pronto una solución a esta pandemia de iluminación; de lo contrario, y aunque intentamos mantenernos optimistas y sonrientes, no vemos otro posible desenlace que el final de nuestra raza, apuñalada por la espalda por su propia lucidez, víctima de su avasalladora inteligencia, aplastada por el peso de su enorme cerebro.