Charla de Ramiro y su mamá por la madrugada.

¿Rami? ¡Rami! ¿Estás acá?
Prendé la luz, por favor. No se ve nada en este sótano.
Escuchame Rami, quiero comentarte una cosita. Aprovechemos que todos duermen. Yo sé que te levantás temprano para ir a la escuela pero prefiero que hablemos ahora que todos duermen y que mami no podía dormir y así tenemos intimidad.
Como ya terminan las clases y te ha ido tan bien este año queríamos compensarte porque conversando con papi llegamos a la conclusión de que todos tus esfuerzos han dado un montón de frutos y te merecés un premio. Así que este verano ¡nos vamos de vacaciones!
¡Sí, mirate la carita, qué lindo como sonreís! ¡Qué felicidad, ¿no?! ¡Vas a disfrutar un montón teniendo la casa para vos solo!
¿Qué? No, no, cuando dije “vamos” me refería a tu padre, tu hermano y yo. Como que “nos vamos” y “te dejamos solo”, ¿entendés? Perdón si hubo un mal entendido. Ojalá Disney sea tan lindo como dicen, tu hermano dice que sí, que le encanta, y debe ser así porque imaginate que es la tercera vez que va y todavía no ha visto todo, jejeje.
Bueno Rami, salimos mañana, era una sorpresa. Así que esperamos que disfrutes... ¡Ay amor, mirá como llorás! ¡Te emociona que seamos tan felices! “Seamos” queriendo decir tu padre, Bernardo y yo, claro. Escuchame, secate las lágrimas con mi pañuelo. Esperá, este no que está limpio, usá este. Cuidado que en ese lado está usado, jaja, no te manches con los mocos de mami. Te decía: nos vamos mañana tempranito, vamos a pasar por alguna juguetería del centro para que Bernardo tenga juguetes para no aburrirse en el avión y de ahí vamos directo al aeropuerto. Te llamamos cuando salgamos y te mandamos fotos así no te da nostalgia, vos no te preocupes. ¡Y te vamos a traer muchos regalos! ¡Más y más folletos de los parques para tu colección! Te vamos a traer tantos que va a ser como si hubieras ido con nosotros. Claro que un folleto no transmite el vértigo de las montañas rusas y no te emociona como emociona abrazar al Pato Donald y no te transmite el calor tropical de Florida y es más que nada un pedazo de papel que más que evocar la sensación de estar ahí lo que provoca son unas tremendas ganas de ir, pero con los folletos que te traigamos, más todos los otros que ya tenés de los viajes de papi y Bernardo, ¡vamos a tener que conseguirte otra bolsa del súper para que los guardes! Ay Rami, es tan linda la vida a veces...
Te dejo en la heladera... ¡Rami no te duermas, escuchá! Te dejo en la heladera una lista de cosas para hacer. Cortar el césped, lavar los pisos, lavar el techo, el tanque de agua, regar las plantas, cosas así. Fijate que quede todo limpio y reluciente y no le abras a ningún extraño. Te dejo anotados el teléfono de los bomberos, la policía y los vecinos para que cualquier emergencia los llames, no vaya a ser cosa que haya un incendio y no podamos salvar la casa. Y te dejamos polenta, gelatina sin sabor y mermelada de higo para que te alimentes bien. Te dejo también unas pelis que te consiguió papá de oferta, así no te aburrís. Son unos documentales sobre el origen del cartón y cómo se usa en los tiempos que corren: en cajas sobre todo... ¡re lindo el docu, todo en blanco y negro!
Bueno, tanto hablar me dio sueño, a ver si duermo un poco antes de salir que el vuelo es largo y encima Bernardo se pasa horas eligiendo los juguetes. Descansá amor. ¿Te molesta el ruido de la caldera? No, ¿no? Estás acostumbrado ya. Bueno, chau Rami, te llamamos de Disney. Tapate bien. Mirá que lindo los ponys de la sábana... Chau, amor, chau.