Calor. Ningún asiento libre. Me pongo al lado de un anciano que se sostiene del caño del techo con las dos manos. Los primeros 30 segundos es un anciano. Los siguientes 30 minutos es un viejo con olor a chivo.
Calor, ningún asiento libre y un viejo con olor a chivo. En el asiento doble frente a mí dos estudiantes discuten. Hablan fuerte. El bondi es nuevo, el motor no hace ruido pero hablan fuerte para que la gente los escuche. Uno cita a Nietzsche. Todo el puto mundo cita a Nietzsche ultimamente, pienso yo. El viejo con olor a chivo se mueve. "Que se baje que se baje que se baje que se baje..." pero no, solo se mueve para sacarse el saco de lana. Más olor a chivo. El otro pibe contrataca citando a Foucault, y hablan tan fuerte que ya toda la tripulación del A6 sigue su conversación, todos excepto una chica muy linda, tiene lentes de marco naranja y es muy linda y ella no los escucha porque cuenta los números del boleto. Hay un montón de jueguitos con los números del boleto. Los sumás, los convertís en una letra y pensás un nombre con esa letra. Ahora un montón de gente tiene mp3 y no necesita matar el tiempo con la numerología, pero yo veo como sus labios se mueven apenas, y como cuenta con los dedos...
Colón y Santa Fe. Viejo con olor a relleno de empanadas árabes, pienso, por favor bajate en la próxima. Viejo con olor a relleno de empanadas árabes sigue firme.
"Lo que dice del superhombre es tre-men-do" dice el estudiante. Yo nunca leí a Nietzsche. Si alguna vez lo leo, me voy a asegurar de no ser otro boludo que lo cita hablando fuerte en un colectivo donde a nadie le importa lo que dice Nietzsche sobre el superhombre. Ahora hasta la chica de lentes naranjas sigue la discusión desde el asiento de atrás. Lo tomo como una traición. Sonríe y sacude la cabeza cuando el otro estudiante cita - y sí, a quién va ser - a Borges. Los dos se callan un rato.
Sube una anciana que al parecer se ha duchado con perfume. Sí. Aparentemente la anciana se ha subido al techo con 10 bidones de Very Irresistible Givenchy, ha llenado el tanque y se ha dado una ducha. Uno de los estudiantes le da el asiento. El otro saca un libro de la mochila. Alcanzo a ver la tapa: "Elige tu propia aventura. El regreso del Ninja borg".
Viejo con olor a chivo consigue asiento al lado de la chica de lentes naranjas. Ella se tapa la nariz disimuladamente y me sonríe porque me ha visto taparme la nariz disimuladamente y ahora entiende porqué.
Es mi parada, y es la parada del viejo, y es la parada de la chica de lentes y es la parada de los estudiantes. Descendemos por la puerta de atrás. ¡Momento! tiene que gritar el viejo para que el colectivo frene, no ha terminado de bajar y ya estaba arrancando. Mi odio hacia los choferes se acentúa un poco más.
El bondi se aleja. Viejo tose por el humo negro que ha dejado flotando el colectivo. La chica se acomoda los lentes y se aleja, el viejo tose un poco más y la sigue unos metros detrás. Los estudiantes entran a una panadería.
Camino mirándome los pies.
Calor, ningún asiento libre y un viejo con olor a chivo. En el asiento doble frente a mí dos estudiantes discuten. Hablan fuerte. El bondi es nuevo, el motor no hace ruido pero hablan fuerte para que la gente los escuche. Uno cita a Nietzsche. Todo el puto mundo cita a Nietzsche ultimamente, pienso yo. El viejo con olor a chivo se mueve. "Que se baje que se baje que se baje que se baje..." pero no, solo se mueve para sacarse el saco de lana. Más olor a chivo. El otro pibe contrataca citando a Foucault, y hablan tan fuerte que ya toda la tripulación del A6 sigue su conversación, todos excepto una chica muy linda, tiene lentes de marco naranja y es muy linda y ella no los escucha porque cuenta los números del boleto. Hay un montón de jueguitos con los números del boleto. Los sumás, los convertís en una letra y pensás un nombre con esa letra. Ahora un montón de gente tiene mp3 y no necesita matar el tiempo con la numerología, pero yo veo como sus labios se mueven apenas, y como cuenta con los dedos...
Colón y Santa Fe. Viejo con olor a relleno de empanadas árabes, pienso, por favor bajate en la próxima. Viejo con olor a relleno de empanadas árabes sigue firme.
"Lo que dice del superhombre es tre-men-do" dice el estudiante. Yo nunca leí a Nietzsche. Si alguna vez lo leo, me voy a asegurar de no ser otro boludo que lo cita hablando fuerte en un colectivo donde a nadie le importa lo que dice Nietzsche sobre el superhombre. Ahora hasta la chica de lentes naranjas sigue la discusión desde el asiento de atrás. Lo tomo como una traición. Sonríe y sacude la cabeza cuando el otro estudiante cita - y sí, a quién va ser - a Borges. Los dos se callan un rato.
Sube una anciana que al parecer se ha duchado con perfume. Sí. Aparentemente la anciana se ha subido al techo con 10 bidones de Very Irresistible Givenchy, ha llenado el tanque y se ha dado una ducha. Uno de los estudiantes le da el asiento. El otro saca un libro de la mochila. Alcanzo a ver la tapa: "Elige tu propia aventura. El regreso del Ninja borg".
Viejo con olor a chivo consigue asiento al lado de la chica de lentes naranjas. Ella se tapa la nariz disimuladamente y me sonríe porque me ha visto taparme la nariz disimuladamente y ahora entiende porqué.
Es mi parada, y es la parada del viejo, y es la parada de la chica de lentes y es la parada de los estudiantes. Descendemos por la puerta de atrás. ¡Momento! tiene que gritar el viejo para que el colectivo frene, no ha terminado de bajar y ya estaba arrancando. Mi odio hacia los choferes se acentúa un poco más.
El bondi se aleja. Viejo tose por el humo negro que ha dejado flotando el colectivo. La chica se acomoda los lentes y se aleja, el viejo tose un poco más y la sigue unos metros detrás. Los estudiantes entran a una panadería.
Camino mirándome los pies.
11 Comentarios:
un verdadero placer poder leerlo cada mañana... nada mas q decir...
facu
snif.
no se por qué pero a mi me produció un gran snif.
es porque recién me levanto y estoy muy sentimental/suceptible.
Facu: no creo que dure mucho lo de las mañanas... en realidad cuando esté en España sí porque la diferencia horaria me favorece... en fin.
Ay, la Ren y sus sniffs. Reni si algún día tenés una banda, por favor que se llame "La Ren y sus Sniffs". Coma Bela Fleck and the Flecktones o Siouxie and the Banshees, Ren y sus Sniffs. Yo toco el toc toc.
Hola, la verdad que las historias de colectivos son asi...
pero yo quiero hacer una pregunta mas mundana que el colectivo...¿porque cuando me llega lo nuevo que escribis al correo no dice "el ultimo paraguas" sino "el Alsltimo (con simbolos extraños en la "A" y la "l")Paraguas" y el resto del texto con intervenciones extrañas tambien? no es que me moleste demasiado, pero capaz que esta filtrando el universo paralelo Roberto..fijate :P
Jaja. Voy a ver si lo puedo arreglar, el problema es que la pagina que maneja lo de las suscripciones es en inglés y no tiene las letras con acento... voy a ver si se puede configurar.
Gracias por pasar sunshine, un abrazo.
Lucas.
realmente los colectivos son un gran sancocho de olores, sensaciones, colores, sonidos...lástima que no siempre se pueda disfrutarlos, y eso que a mí me gusta andar en colectivo...
Yo los quiero, a pesar de todo.
La próxima deja nombre, anónimo.
Hola, por empezar, me limpié las manos.. acá nadie lo hace o al menos especifica que lo hace. Manga de mugrientos.
Y no entiendo por qué tanta alaraca con mi nombre, a cada lugar que entro siempre encuentro mi nombre, me adjudican frases (estupideces de las más estúpidas en su mayoría) y ni hablar de esos pro zen (como "quien no entiende con una mirada, no entiende con un millón de palabras" o sea, si me querés decir que estás arto de que me rasque las bolas y escupa en la mesa mientras vos estás comiendo, con una mirada no va a funcionar, rescatate), siempre cago yo, por las dudas me mandan a mí. La puta madre que los re mil parió y la re putísima puta número 34 del conteiner lleno de re putas.
Firma:
Anónimo.
Tenés razón. Cuando tenés razón tenés razón.
La puta número 34 del contenedor sae llama Nancy, la 33 Sonia y la 35 Jeniffer.
Un gusto, Anónimo.
Lucas.
elultimoparaguas.blogspot.com
Qué buen relato. Casi me había olvidado de la tortura diaria de viajar en bondi.
Gracias por la visita Lucy. :)