Te amo calefón. Poema.

viernes, 9 de noviembre de 2007 |

Desde la inacabada profundidad del silencio de una ducha
desde una tarde fregando platos como loco
desde la quemadura en el dedo gordo que me hice encendiéndote
pienso en vos, calefón.

Algunos dirán la puta, a este le falta pa'l peso.
Otros dirán apa lalá, parece que no le llega agua al tanque.
Otros dirán a la pipeta, a este le faltó oxígeno en el parto.
Y otros dirán pobre tipo, se volvió loco de amor.

Y a mí qué me importa, si el amor no tiene límites.
Si un campesino solitario va un día y se ensarta una oveja.
Si un coleccionista de cómics suspira por Aquaman.
Si yo me enamoré de un calefón.

Oh que lindo que sos cuando estás en piloto.
Oh que hermoso que sos cuando abro el agua caliente y hacés ¡pfummmm!
Oh que sexy eres cuando te sacan la carcaza para limpiarte el ollín que se junta en tus rincones.
Te amo calefón.

Te amo.


14 Comentarios:

Mariana dijo...

jajajaja por qué existís!

Mariela Alatriste dijo...

Es el mejor poema hacia un calefón que he leído en mi vida. Lindo blog el tuyo y también.

Firmar con el pie está muy bien.

Yo le escribiré un poema a mi refrigerador, o a la televisión, o ala estufa, o al microondas.

Saludos Lucas :)

Y no te preocupes por el paraguas, que no está lloviendo...aún.




http://marielita.wordpress.com

Anónimo dijo...

Desde Madrid perdiendo un rato el tiempo por internet te acabo de descubrir. Vi un comentario tuyo que tampoco es que me gustara demasiado en Orsai, copié y pegué tu dirección, entré a ver y llevo leídos un montón de posts.

Eres un genio. Lo sabes ya, claro, pero cómo no decírtelo. Seguiré volviendo.

Unknown dijo...

Mariana: Básicamente, porque el sodero no usó forro.

M!: Gracias por pasar! =).

Vanbrugh: Es genial tener comentarios de gente nueva, me alegro de que te haya gustado y seguí viniendo cuando quieras. Que cagada que no dejaste un link o algo para devolver la visita, ojalá que pases así leés la respuesta acá.

Lo de genio es demasiado, pero gracias.

Abrazos a todos.
L.

Anónimo dijo...

Pasé y leí la respuesta. No dejé link porque no tengo a qué. En Internet no tengo domicilio fijo, vivo en casa ajena.

Se me encuentra con frecuencia comentando algunos blogs que me gustan, ellos y quienes los frecuentan:

http://www.lacoctelera.com/el_clavadista_solitario

http://www.lansky-al-habla.com

Y algún otro en el que comento menos pero también me gusta, como:

http://javiercarrascon.blogspot.com

http://lector-malherido.blogspot.com

Si pasas alguna vez, lo mismo nos encontramos. Será un placer.

Nico dijo...

Me encanta la diplomacia de internet!!!
Chino, groso, estoy pasando muy poco, pero disfrutando mucho, me da bronca no poder comentar por llegar tarde. ¿Qué se le va a hacer, no?.
Un fuerte abrazo para vos, y seguí haciendo que me ria desde tan lejos.

Anónimo dijo...

definitivamente este muchacho es muy groso, jaja como me rio, uu creo q se viene el ataque asiq mejor cierro... saludpdpsodooos

facllu.-

Nardo dijo...

culiau! me hiciste lagrimear

Doctor seisdedos dijo...

Que bello es el amor entre una persona y sus artefactos.

Yo llevé durante años una relación con el calefactor, pero al final la llama se terminó apagando...

...al principio no lo noté pero un día de lluvia revisando los cajones llenos de papeles me di cuenta del porqué...

...hacía tres meses que no pagaba la factura del gas.

Saludos...

fulano/martínvillarroel dijo...

Es verdad, yo tengo termotanque, y no tiene nada de poético. Los calefones tienen ese no se qué que qué se yo...

Macedonio Strangiatto dijo...

Yo, lamentablemente no recuerdo haberme enamorado de calefón, heladera ni electrodoméstico alguno, aunque... y de ésto puedo dar testimonio, la casi totalidad de mis ex esposas (que son 2), novias, filitos y levantes de una noche me han hecho saber que, conmigo, algo de eso les pasaba...

Anónimo dijo...

jauajauajuaj

sos muy cualquiera
y eso es genial
bah no se hasta qué punto, te digo
papaso

Rockfo dijo...

lo mejor de lo mejor que he leído hace tiempo

Salu2

Que bueno!

Anónimo dijo...

Y eso que calefones ya quedan pocos. Ahora son todos termotanques. Ese ¡pfummmm! que describís cuando se abre el agua caliente es tal cual. Mi abuelo estaba enamoradísimo de nuestro calefón. Se pasaba las tardes haciéndolo arder y estallar en llamas de colores varios. Me ha traído usted muchos recuerdos. Estoy emocionada.

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