Cine para pocos 9. Gelmut Gelmut, (1935-2012)

Un director de cine es ahora un ángel. 

Otro ángel es ahora su asistente de cámara. 

Un asistente de cámara se ha quedado sin trabajo 

 (en la Tierra) 

porque un director de cine 

 es ahora un ángel.

Fragmento de la elegía El Gran Gelmut, de Francis Ford Coppola.

Hay, en el día de hoy, un parpadeo inexplicable, casi imperceptible, en cada sala cinematográfica del mundo. En todos los cines, hoy, las películas están fuera de foco, húmedas, hinchadas, porque lloran, hoy, los proyectores, parpadeando desconsolados y sollozando. Y aquellos ajenos al cine para pocos, el cine de calidad, el cine que vale la pena ver, aquellos que en sus casas se hinchan de comida chatarra al tiempo que aplauden las patadas de Van Damme o los ires y venires de aquellos estudiantes estadounidenses cuya meta en esta vida es insertar su pene en las vaginas de estudiantes curvilíneas de American Pie 1-27, aquellos que se olvidan de ir al baño y yacen en su propia orina, cual calamar en su tinta, pudriendo el sofa con sus heces al tiempo que lloran de la risa con Eddie Murphy interpretando todos los papeles de Un policía en apuros 7, aquellos que consiguen su último latido cardíaco saludando de manera militar a Steven Seagal o Chuck Norris, todos ellos deberían saber que hoy se ha ido el más grande visionario del mundo, el Amo de los 35mm, el Señor de las Linternas, Il Capo di tutte le immagini, le plus grand réalisateur cinématographique, hoy nos ha dejado el magnífico, inigualable e irremplazable Gelmut Gordon Gelmut. Con los ojos empapados en lágrimas amargas recuerde hoy, usted que es, como nosotros, un intelectual de la élite, las grandes joyas del mayor director de cine-arte del mundo.

CINCO ABDOMINALES DEL PRIMER MINISTRO.

(Five abs from the Prime Minister, España / Gran Bretaña / Estados Unidos, 1947, apta para todo público, 30 segundos)

Dirección: Gelmut Gelmut

El cortometraje debut de Gelmut Gelmut (tan solo 12 años de edad en la época en que lo rodó), fue prohibido en Inglaterra por la polémica generada en torno a la figura del Primer Ministro vistiendo calzas rosas con dibujos de Winnie Pooh. Fue también prohibida en China, porque en China prohiben cualquier cinta donde se muestre el ombligo o un oso amarillo o una rodilla más grande que otra —rara asimetría del primer ministro Inglés.

Los 30 conmovedores segundos que dura la obra bastan para llevar a las lágrimas al más duro de los espectadores. El Primer Ministro inglés amanece resfriado, estornuda dos veces –un sutil símbolo del capitalismo y la corrupta democracia, “agentes alergénicos” de los tiempos que corren– e inmediatamente después se obliga a hacer cinco abdominales. La obra termina cuando, rendido y cubierto de sudor, sus axilas cubiertas de irregulares aureolas, el primer ministro no logra completar el quinto abdominal, estornuda una última vez –sin simbolismo– y muere. Selección oficial para el festival de Berlín, Eslovenia y Sorlandia Morena.

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ACTIVIDAD SUBNORMAL

(Subnormal Activity, Estados Unidos, 1960, apta para mayores de 18 años, 188 minutos)

Dirección: Gelmut Gelmut, Polan Romanski.

Un thriller terrorífico dirigido a cuatro manos junto a Romanski, famoso por sus variados giros argumentales y por su ininterrumpida tensión.

Jeniffer Jeniffson, una adolescente de Connecticut, cree que podría estar poseída por un demonio y decide, junto a su novio Jeff McJeffy, filmar su habitación 24 horas al día.

El resultado es aterrador. Al ver las cintas al otro día, Jeniffer descubre que el demonio... ¡es Jeff McJeffy!

Comienza entonces una persecución abarrotada de efectos especiales, gritos en latín, vómito verde, fornicación de crucifijos, exorcistas, extraterrestres y, finalmente, Jeniffer descubre ¡que todo ha sido un sueño!

Pero al despertar, descubre también que... ¡ella es Jeff Mc Jeffy!

Jeff sospecha entonces que podría estar poseído, y junto a su novia de la vida real, Tiffany Von Tiff, deciden filmar todo lo que ocurre en la habitación.

Al otro día, al observar las cintas, se da cuenta que el movimiento de las sábanas se debía a... ¡flatulencias de Tiffany! ¡Pero luego despierta y descubre que es Tiffany! Coloca cámaras con su novio Brandon Brandonson y descubre ¡que Brandon es el demonio, que ella es Brandon soñando, que Brandon es mujer, que Brandon está muerto hace años, que son todos extraterrestres, que ella es Jenniffer Jeniffson y que Jeff McJeffy es su hermano extraterrestre muerto!

Una cinta cargada de tensión, sorpresas, giros argumentativos, estres e imágenes y sonidos altamente enervantes. No recomendada para personas con problemas cardíacos o tendencia a las embolias.

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EL DISCURSO DEL GAY.

(The gay speech, Escocia, 1977, ATP, 92 minutos)

Lexman Luthor, un homosexual tartamudo, es elegido representante de la comunidad gay de San Francisco para hablar ante el Congreso de los Estados Unidos en defensa de sus derechos y, por cadena nacional, ante más de 200 millones de personas. Un filme emocionante sobre el poder de la voluntad para superar los obstáculos de cada día. Especialmente lograda es la escena en que Luthor no consigue pronunciar la frase “una conducta policial extrínseca y excepcionalmente excesiva en la represión física extrema, cual eczema exógeno de la escena homosexual americana” e improvisa una alternativa menos formal pero más emotiva, y cubierto en lágrimas grita: «¡A ver si nos dejan de pegar!».

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TRILOGÍA “TODO SIGUE IGUAL”

[It All Remains the Same Trilogy:

1. It All Remains the Same Except for Nuns, Who Are Now Giant Birds (1991)

2. It’s All Changed Except for Nuns, Who Remain Giant Birds (1992)

3. It All Remains the Same Except for Giant Birds, Who Are Now Nuns (1993);

Escocia / Paraguay, 1991-1993, Apta para todo público, 93, 95, 92 minutos.]

Dirección: Gelmut Gelmut.

Gelmut declaró una vez que la Trilogía “Todo sigue igual” es su obra preferida, y como tal, de un gran valor para sus seguidores y admiradores.

En Devonstruffshire, una aldea medieval escocesa, un meteorito llegado del espacio sideral modifica levemente el tejido cósmico que envuelve al poblado. Al parecer nada ha cambiado, hasta que los habitantes descubren que donde antes había monjas, ¡ahora hay avestruces!

Las aves caminan por la aldea predicando la palabra del Señor, algunas un poco avergonzadas por su plumífera desnudez, pero por lo demás todo sigue exactamente igual.

Gelmut Gelmut afirmó: «Todo sigue igual, a excepción de las monjas que ahora son aves gigantes es mi película más personal, ya que mi madre fue monja y su madre fue monja y el padre de la madre de mi madre también lo fue». 

En 1992, Gelmut concibió la secuela “Todo ha cambiado excepto las monjas, que siguen siendo avestruces”. En la misma aldea, un segundo meteorito se estrella y modifica todo menos las monjas, que, habiendo sido previamente convertidas en avestruces, permanecen en su metamorfosis, y ahora todo es extraño. Los árboles son Biblias, el agua es ron, los curas son palomas y Escocia es Bulgaria, entre muchos otros cambios. «Quise reflejar mi estado personal, mi sensación de máxima soledad en el mundo y mi alienación a partir de mi cada vez más globalizada fama. Todo cambiaba a mi alrededor, y el cine, esa "gran avestruz de celuloide" es lo único que seguía manteniéndome en contacto con el mundo», declaró Gelmut Gelmut al respecto.

Un año después Gelmut puso punto final a la saga Todo sigue igual con Todo sigue igual excepto las aves gigantes, que ahora son monjas. Han pasado veinte años desde el segundo meteorito y los aldeanos de Devonstruffshire se han adaptado de a poco a los cambios radicales que supuso el incidente. Y cuando todo parece marchar con cierto auspicio de la normalidad un tercer meteorito se estrella devolviendo a las avestruces a su forma original de monja. En un mundo en que todo ha cambiado, en que los dados son lechugas, en que el inodoro es un microondas y las bicicletas son almohadas hipoalergénicas, las monjas se descubren anormales en sus hábitos, en sus sonrisas honestas pero incoherentes, en su súbita, horripilante y sacrílega carencia total de plumas. La mejor conclusión a una obra surrealista inovidable.

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ESPERANDO QUE FINALMENTE SE ABRA EL BICHO BOLITA.

(Waiting for the Bólit Bich to finally open, Noruega / Inglaterra / Neuquén, 2001, ATP, 117 minutos)

Dirección: Gelmut Gelmut.

El primer gran clásico de Gelmut Gelmut -el film que lo posicionó como una de las grandes figuras del cine contemporáneo en los grandes festivales del mundo- fue rodado con un limitado presupuesto de 15 dólares con cincuenta y ocho.

Un plano subjetivo de alguien que, con la linterna de un Nokia 1100, ilumina a un hermoso bicho bolita mientras aguarda que se abra. Dijo Giselle Evador, de la revista Cinema Superiouresseé. «con este film, el director dominicano se revela como una de las grandes voces del Séptimo Arte. Lloré durante toda la película, y la escena final, con la apertura del bicho, me emocionó tanto que todo mi cuerpo perdió el control de sus mecanismos involuntarios y estornudé, evacué un gas, eructé, defequé y oriné mis pantalones al mismo tiempo. Ese es el efecto del verdadero cine». Gloria Alsenyor, de The Christian Cinema Review, afirmó: «un símbolo del poder de Dios en la Tierra, de cómo el Creador habita los seres más pequeños y los toca con su Dedo de Gracia Total Abridora. La Iglesia apoya a Gelmut Gelmut». Francis Ford Coppola fue aún más verborrágico: «El más gigantesco director del cine de la historia. A su lado, Godard es una bacteria agonizante, Hitchcock es un perro sarnoso, Kubrick es una bacteria sarnosa y Ñoñosky -su máximo aprendiz- es un perro agonizante. Nadie superará nunca a Gelmy». (Ver más sobre este film en Cine para pocos 2)

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ROWLING POR LOS COLOMBIANOS

(Rowling for Cólombians, Inglaterra / Colombia, 2008, Apta para Todo Público, 77 minutos)

Dirección: Gelmut Gelmut.

Documental que testimonia las acciones caritativas de la escritora J.K Rowling inmediatamente después de que el Huracán Potter arrasara Bogotá en diciembre de 2002.

Aunque puede parecer que la elección del tema resulta aburrida o poco ambiciosa, Gelmut vuelve a impresionarnos con su transgresión y visceralismo al filmar el documental sin imágenes, es decir, haciendo uso solamente del audio y la acogedora voz de Rowling surgiendo de una pantalla negra, símbolo del café, que a su vez es símbolo de Colombia, que a su vez es símbolo de América Latina, que a su vez es símbolo del mundo, del universo y de Dios que nos observa y quiere.

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LOS JUEGOS DEL FIAMBRE

(The Mórtadel Games, Canadá, 2012, Apta para mayores de 13 años, 55 minutos)

Dirección: Gelmut Gelmut.

Inconcluso film experimental, último proyecto inacabado de nuestro querido, amado e idolatrado Gelmut Gelmut, una parábola de la vida en la Tierra, una reflexión sobre los tiempos brumosos, cataclísmicos, heréticos, folefios y magumbos que vivimos hoy: rodado íntegramente con embutidos cortados en forma de personas, vemos una competición a muerte entre veinticuatro fiambres. Como el film no pudo acabarse y los efectos especiales no llegaron a aplicarse, toda la cinta parece un juego de niños y resignifica el conflicto entre conservas, empujándonos a una reflexión sobre qué somos verdaderamente en este mundo hostil, olvidado, resentido, polalo y excesivamente hoguerto. 

La escena final, última de toda la filmografía de Gelmut Gelmut, se quedará grabada en el espectador como el estallido súbito de una lámpara que se quema: la mortadela golpeando hasta la muerte al maléfico salchichón ibérico, que se deshace en trozos al tiempo que la imagen se funde a negro, como si fuese la mirada sabia de Gelmut de camino al paraíso reservado al Séptimo Arte.