Persecución de ideas en mi taxi cognoscitivo. Hoy: máquinas de viento en baños públicos.

martes, 25 de enero de 2011 |

Debido a mi altísima capacidad de distracción –que de ninguna manera es sinónimo de baja capacidad de concentración– en general yo me tomo un taxi cognoscitivo y le digo «siga esa idea» y desarrollo una idea cualquiera por horas y horas, o sea digamos que yo estoy haciendo algo, ¿no?, cualquier cosa, por ejemplo silbar una fuga de Bach, y de golpe tengo una idea aleatoria y la sigo, por ejemplo que no sé muy bien para qué se colocan en los baños públicos esas máquinas bastante feas cuya función aparente es el secado de manos de quien acaba de expeler líquidos o sólidos y se ha lavado las manos para que las bacterias que habitan los líquidos o sólidos recién expelidos no se queden en las manos y salten a las manos o la cara o cualquier otra parte del cuerpo de cualquier otra persona que vaya a ser  tocada por las manos pobladas de bacterias provenientes originalmente de sólidos y líquidos expelidos por alguien que podría haberse lavado las manos pero no lo hizo por apuro o por que esa persona es una persona sucia. Estas máquinas de viento de los baños públicos suelen consistir en un cubo blanco inmaculado -siempre los productos relacionados con el baño y sus actividades suelen ser de color blanco para significar subliminalmente «pureza» que es lo que uno persigue cuando se lava o se seca las manos o limpia su ano o sus genitales tras expeler sólidos o líquidos en un baño o en cualquier otro lugar, siempre que pueda, claro, porque si uno se ha visto asaltado por una necesidad irrefrenable de expeler líquidos o sólidos en un lugar que carece de baños, por ejemplo el desierto del Sahara, entonces en general uno o bien expele los sólidos o los líquidos sin siquiera bajarse los pantalones y sigue caminando por el desierto con los pantalones sucios o bien se baja los pantalones y procede a expeler los líquidos o los sólidos ahí mismito sobre la arena del desierto con lo cual al menos que pase alguien en un camello vendiendo papel higiénico o máquinas de viento inalámbricas para el secado de manos usted no va a poder ni secarse las manos ni limpiarse el ano o los genitales con la posible excepción de que haga uso de alguna prenda suya, por ejemplo una corbata o una media, o de un papel higiénico o máquina de viento inalámbrica que lleve consigo, lo cual encuentro francamente raro porque en general nadie anda por el desierto con estos elementos, porque se prioriza la capacidad de carga en cosas como comida o agua (lo que no deja de ser bastante irónico porque eso es lo que luego uno expele en estado sólido o líquido)– y un tubo movible de metal y un botón también metálico cuya presión activa un mecanismo ubicado en el interior del cubo blanco que genera viento caliente que egresa por el tubo metálico y su función, es decir la función de la máquina, aparentemente, es el secado de manos, aunque usted no habrá dejado de notar que estos artefactos rara vez secan las manos completamente, o por lo menos no lo hacen en el tiempo que uno tardaría en secarse las manos con una toalla o con un trozo de papel higiénico, etcétera, y tampoco el viento llega a secar las manos antes de que el mecanismo ubicado dentro del cubo blanco se desactive automáticamente y el viento se detenga y usted se vaya del baño sumamente irritado por tener sus manos húmedas o bien presione el botón de nuevo y continue con este proceso hasta que sus manos estén secas, lo cual probablemente le lleve unos quince o veinte días de estarse ahí presionando el botón, y esto siempre y cuando el establecimiento en cuyo baño usted se encuentre se mantenga abierto las 24 horas durante al menos los quince o veinte días que le llevará el secado de sus manos por viento o bien que el establecimiento sí cierre pero a) no se corte la electricidad que permite el funcionamiento de la máquina de viento y b) no se lo eche a usted para cerrar; todo esto nos lleva a una paradoja que usted, si es una persona espabilada, habrá deducido ya: el hecho de que estarse quince días frente a una máquina de viento significa que en esos quince días usted tendrá  deseos de expeler líquidos o sólidos y entonces usted tendrá que detener el secado para tomar posición de pie frente a o sentado sobre el inodoro, todo lo cual significa que tendrá que lavarse las manos y recomenzar el proceso de lavado y secado, que denominaremos Proceso B, cuya duración aproximada es de quince a veinte días y está incluido en el proceso de nivel superior consistente en expeler líquidos o sólidos lo cual llamaremos Proceso B y que incluye el Proceso A con lo cual tenemos una paradoja de Procesos que se incluyen a sí mismos, eternamente recurrentes, y que en teoría no terminan nunca como se ve en el siguiente diagrama:

Click en la imagen para ampliar


pero que en la práctica sí termina, siempre que usted sea atento y sé de cuenta y se seque las manos en los pantalones y se vaya –claro que los pantalones, incluso aquellos de color blanco, no garantizan una «pureza» en el secado y probablemente dejen bacterias en sus manos –sumamente irritado por sus manos mal secadas y con bacterias y todo culpa de una máquina de viento cuya función aparente es el secado de manos y su función real es envolver al usuario incauto en un loop indefinido de satisfacción de necesidades corporales e higienización de manos, ano y genitales.


5 Comentarios:

Anónimo dijo...

culpa de " me tomo un taxi cognoscitivo y le digo -siga esa idea- " mi capacidad de concentración para leer este post se ha vuelto nula... risa, risa y mas risa...
en fin, todos sabemos que en una situación como en la del desierto o en cualquier otro lugar, no hay nada tan efectivo como la media y me resulta muy preocupante imaginar el estado de ira que puede proporcionar este aparatito blanco a sus pobres usuarios.

facu

Anónimo dijo...

Hola, soy Marta de Temperley.
Llamo para avisar que en el bar de la esquina Constitución y Gral. Deheza hace un mes que no funciona ninguna de las 3 máquinas de viento del baño de señoritas. ¿Nadie puede hacer nada???
Me encanta el programa.

Marta.



oopoetry

luli dijo...

En Shoot´Em Up la usan para secar una pistola... ah!... para pensar, para pensar!

=)
=)
=)

Fender dijo...

En mis últimas vacaciones detecté una máquinas que sí secan. Son italianas, blancas por supuesto, y el problema es que te las secan tan rápido que, cuando te vas satisfecho, quedás un poco preocupado porque ¡la máquina sigue secando sin ninguna persona! Me dio de esas penas ecológicas nuevas que nos han implantados entes generadores de culpas varias como Greenpeace, es decir, una culpa Deus ex Machina pero culpa al fin.
O sea, salí del baño más preocupado por el estado entrópico del mundo que lo habitual, cuando lo único que pudiera molestarme es la necesidad de deshacerme de todo eso que, tan onerosamente, he debido ingerir.

Unknown dijo...

Facu: para los que dicen que nada bueno sale de los muros de facebook.

Marta: Ese bar está designado para clausura desde hace tiempo ya. Según consta en informes, el lugar "se cae en cualquier momento" y se aconseja "la inmediata evacuación de personal y clientela". Corra.

Luli: No la vi, pero sí, se me pasó como posible uso. Creo que una vez vi gente que hacía música con la máquina de viento, también, pero no sé si lo soñé... ¡beso!.

Fender: Es tremendo lo que usted me dice. Ahora tengo que incluir en el gráfico: a) el secado de armas (ver comentario de arriba) el calentamiento global y Greenpeace. El mundo es tan complejo a veces que me parece que los diagramas de flujo no fueran

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