Si usted ha adquirido el buen hábito de merodear galerías de arte y, tomándose el mentón, pararse frente a una obra y exclamar ¡qué intensidad!, ¡qué fuerza!, ¡parece querer salir del lienzo! y si es usted un visitante habitual de museos y exposiciones y disfruta mucho de beber vino y conversar con gente de vestimenta colorida y que son tan ecoamantes que solamente se alimenta de luz solar, aire y mayonesa imaginaria, es muy probable que a esta altura ya sepa que por cada artista que consigue mostrarle su obra al mundo hay más de un centenar o quizás un millar o quizás un centemillar de decenas que quedan ocultos en la sombra del anonimato, el desinterés y el rechazo del público.
Por eso inauguramos hoy la sección ¡Descubriendo artistas bastante marginados!, donde le damos a usted la posibilidad de conocer talentos que se han visto privados del éxito y la fama, almas bohemias pero opacas, eclipsadas por el resplandor vacío de las modas y el esnobismo, seres despojados de toda felicidad que deambulan en la penumbra con sus lienzos bajo el brazo, llorando cabizbajos el llanto de los que no tienen ni para comprar témperas.
Walter Francis García Sánchez, Mr. Vgölt.
Nacido como Walter Francis García (1952), Mr. Vgölt crece en un pequeño pueblo islandés y vive una infancia traumática, encerrado en el desván con un perro que lo muerde, encerrado allí por padres que le pegan y lo muerden y le pegan al perro y a veces le pegan al pequeño Walter con el perro, o viceversa, o muerden al perro.
A los veinte años de edad Mr. Vgölt huye durante la noche en una balsa hecha con palitos de helado y pegamento a base de sus propias heces, saliva y cabello. Llega a México luego de viajar a la deriva durante seis largos meses e inmediatamente comienza a cursar estudios en Arte, Cine, Literatura, Física, Economía, Peluquería, Reparación de Hardware, Oratoria, Cine, Arte y Corte y Confección, todo simultáneamente. Sufre una triple embolia cerebral durante los exámenes finales pero logra graduarse de todas las carreras. Adopta su triple apellido y se compra un sombrero fucsia. para celebrar. Su nuevo look es premiado en Berlín y es tapa de la revista Times.
En el 2004, a los 52 años de edad, Walter mira de frente a la muerte al ser aplastado por un ancla mientras buceaba en el Caribe, pero sobrevive y escribe un libro de poemas inspirado en el accidente: Veinte poemas al ancla que casi me revienta la cabeza de un anclazo. Ingresa en el mundo del arte y comienza una carrera de éxitos mínimos y grandes descepciones.
El trabajo Mr. Vgölt es apenas conocido. Ha expuesto dos veces a lo largo de su carrera, la primera vez en París (Texas, EE.UU) y la segunda en Londres (Texas, EE.UU). Su obra más popular es Canario-Teta, retrato en óleo de un pequeño canario con un pezón en lugar de pico. Cuando se lo interroga respecto al simbolismo de esta pieza, Vgölt explica que el canario representa el consumismo y que el pezón “es una forma de protesta contra el capitalismo, el consumismo, la guerra, el capitalismo, la violencia y el consumismo. Y la violencia”. Tras el accidente del ancla, al artista le ha quedado una extraña condición que impide el funcionamiento de su memoria a corto plazo y es común en su habla la repetición de palabras en una misma frase. Canario-Teta pertenece en la actualidad a la colección permanente del Museo de Texas (París, Francia).
Actualmente, Mr. Vgölt pinta (casas).
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Don Atelo.
Pintor, escultor, actor y martillero público nacido en Ataspaca, Perú. Sus obras tempranas son totalmente prescindibles, con la sola excepción, quizás, de aquella escultura La dignidad humana, un gran cilindro de hierro de 100 metros de altura y 25 de diámetro perteneciente a la colección permanente del Museo de los Cilindros Gigantes, en Nueva York (Texas). Sin embargo, es su más reciente obra la que ha logrado darle cierta popularidad. Se trata de La Mona Lisa, un mural de 120 x 180 centímetros con un ejemplar hembra de orangután disecado y sometido al aplastamiento de una aplanadora de pavimento. Denunciado por distintas organizaciones protectoras de animales, Don Atelo ha dejado el arte y se dedica, durante el día, a la manicura. De noche pinta (uñas).
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Hugh Lorentententen.
Artista abrumadoramente precoz, Lorententen nace en Ovichvova en 1972 y se muda en 1972 (con un més de edad) a Estocolmo. En 1972 comienza sus estudios de Artes Gráficas y Manuales (con tan sólo 4 meses) y se gradúa en 1972, con seis meses de edad. En 1973 expone por primera vez en la capital sueca: Gente que modificó el microondas para poder meter la cabeza y ponerlo en marcha es un fracaso rotundo puesto que los asistentes entran en shock, vomitan, tienen convulsiones o salen corriendo inmersos en el terror más absoluto. El autor es condenado a 5 años de prisión.
Lorententen decide entonces dedicarse a otras ramas del arte, y trabaja como podador de árboles en el Museo de Botánica y Plantas, en Halmstad. Es su amigo y mecenas Maximilian Taylor quién finalmente lo convence de que vuelva producir, y Hugh pasa los siguientes nueve meses planificando la que será su más grande exposición hasta la fecha.
Se trata de Näpotkvist (Atravesar). Presentada a mediados de los 80, o sea 1985, la obra rompió todas las barreras de la época. Consiste en más de cuarenta fotografías del artista conduciendo un automóvil a gran velocidad y pasando por los peajes sin detenerse a pagar, rompiendo todas las barreras de esa época. Lorententen es condenado a 17 años tras las rejas, y lo más curioso es que lo encierran en una habitación de cuatro paredes, sin rejas. Actualmente vende seguros y pinta (cuadros (de bicicleta)).
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El Cara de Amígdala.
Nacido en los alrededores de un reactor nuclear mal cerrado, El Cara de Amígdala fue un héroe que superó las barreras de su deformidad mediante la expresión artística. Cuando nació, el doctor, con muy poco tacto, le dijo a su madre que habría que extirpar al niño de la amígdala. «¿Quiere decir ‘extirpar la amígdala del niño?’», inquirió la madre, Alberta Von Burguer, pero el doctor le explicó que lo extirpado siempre es lo pequeño con respecto a lo grande, y que lo que ella había dado a luz era una amígdala de tres quilos ochocientos con un niño de unos seiscientos gramos digamos que "adosado" a la amígdala, y que sacarían al niño para que la amígdala pudiese vivir.
Contra todo pronóstico, el niño extirpado sobrevivió. Para siempre sin nombre, su identidad la quintaesencia de la confusión, una suerte de quiste autoconsciente, El Cara de Amígdala atravesó sus días creando gigantescas esculturas sobrenaturalmente perfectas, de proporciones tan armónicas que aflojaban el esfínter de las almas más duras y limaban las asperezas de las mentes menos pulidas. El Cara de Amígdala disfrutó de un breve éxito en la ciudad del reactor, donde eran todos más o menos deformes y por tanto admiraban más todavía la belleza sublime de las esculturas, pero su carrera llegó al final de su corta vida el día que la galería del artista fue visitada por Greta Von Burguer, la hermana-amígdala de quien fuese extirpado, en compañía de su madre Alberta. Ambas denunciaron la ilegalidad de un quiste sin DNI dirigiendo una exposición y El Cara de Amígdala fue arrestado y condenado a muerte y ejecutado con agua con sal.
Su obra puede verse en el pueblo del reactor. Se aconsejan visitas cortas o con traje protector (disponible en el giftshop).
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