No sé por qué, a veces, de repente, pienso en un Panda.
¿En un panda?
En un Panda. Lo pienso con P mayúscula. Como que el panda se llama Panda, ¿entendés? Caricaturizado, antropomórfico y con traje.
¿Cómo el del Tekken?
No, el del Tekken no es antropomórfico. Es pandomórfico, osomórfico, no sé. El que yo pienso tiene proporciones humanas, cuerpo de hombre. Seguime, por favor, te quedás en detalles tontos.
Bueno, bueno. Y qué hace el Panda.
Está como en un desierto o algo así. Todo muy colores pardos, una escenografía vaga. El panda está sentado como en un tronco o algo así y me mira.
¿Habla?
No. Pero me hace gestos de que me acerque. Yo me acerco un poco pero tengo miedo y él insiste con el bracito peludo, como diciendo 'vamos, vamos, no te voy a hacer nada'. Yo me acerco más y cuando estoy a su alcance se me tira encima y me muerde el cuello.
¿Y ahí te despertás?
No, no. Prestame atención, por favor, seguime, no me despierto porque no es un sueño, es un pensamiento que se me viene de repente. Cómo me molesta que no me sigas cuando te explico algo, es un pensamiento de la vigilia, no estoy dormida. Estoy esperando a alguien o leyendo o incluso cocinando y de golpe el Panda, ahí, con su traje, llamándome con el bracito. Voy, se me tira encima y yo vuelvo en mí asustada, a veces con la mano en el cuello y sintiendo el calor de la sangre como si estuviera sangrando, muy real todo...
Por ahí es cansancio. Estarás cansada, debe ser eso.
Para decirme estas estupideces no me digas nada. "Cansancio, cansancio". Cada vez que te cuento algún problema o malestar se lo adjudicás al cansancio y listo, chau, y ponés cara de Doctor en Medicina.
Bueno, no te pongas así. ¡Si sos vos la que sueña con un Panda!
¡No sueño! ¡NO SUEÑO! ¡Es en la vigilia, Joaquín! ¡¿Me vas a escuchar o no?! ¡Pienso, pienso en un Panda! ¡No estoy dormida! ¡Sos muy pelotudo a veces!
Perdón, perdón. ¿Te puedo ayudar en algo?
No. No sé. No. ¿Vos decís que vaya a ver a algún especialista?
¿Un psicólogo?
No, un zoólogo. Claro que un psicólogo. Ay, no sé. No le cuentes a nadie, me da vergüenza. ¿Estaré loca?
No, es re normal lo que te pasa. Yo a veces de repente pienso en un gorila.
¿En serio?
Sí. Baila algo parecido al tango, pero sin pareja, o sea con él mismo, jajaja, es muy gracioso.
¿Me decís en serio? Me aliviás un montón, porque pensé que era la única.
Qué vas a a ser la única. Por lo menos a mí me pasa, el gorila baila y en un momento pasa justo al lado mío y me pega un codazo como para sacarme del medio, o sea de donde él tiene que pasar.
¡O sea que es parecido a lo que me pasa a mí!
Sí... pero a mí no me tiene animosidad el Gorila, o sea no me ataca.
Pero te pega un codazo.
Sí, pero porque la evolución de su danza, digamos, pasa por donde estoy yo. Es para que no interrumpa esa evolución de su danza que me pega un codazo. Digamos que lo tiene que hacer por amor a su baile, a su arte.
Ah, es verdad. Lo del Panda conmigo es mucho más gratuito, porque me llama y me muerde. Lo odio.
Pero salvando eso, sí, podemos decir que es parecido, pero mi Gorila es más respetuoso que tu Panda, más sociable. O sea, tu Panda tendrá traje y será muy antropomórfico pero sigue siendo una bestia salvaje y sin moral, pero mi Gorila, que conserva su forma gorílea, digamos, o sea es normal y corriente y está desnudo, tiene sin embargo una prioridad muy humana que es la defensa de su baile, de su danza, y yo veo en su cara que a él no le gusta tener que pegarme un codazo, pero que lo hace para defender esa belleza superior que él está persiguiendo con sus movimientos, ¿me explico?
Sí, sí, te entiendo. Me encanta, además. Pero es muy loco que nos pase esto a los dos. ¿En serio te pasa? Qué loco, pero no sabés lo que me alivia esto. Me tenía muy preocupada.
...
En serio, mucho.
...
¿Qué te pasa?
Bueno...
¡¿QUÉ?!
...
¿Es todo mentira?
Sí, sí. ¡No, vení, vení! Perdoname, era una broma. Me salió mal. Obviamente que no pienso en un gorila de repente, jajajaja, eso te pasa a vos nomás, estás muy loca. Perdón. Llevé muy lejos la broma, perdón, me burle de tus sue... pensamientos, sueños no, pensamientos, perdoname, dale, eh, no, no te vayas, vení... uuuuuh qué exagerada...
3 Comentarios:
Nos pusimos a actuar el diálogo con mi novia y casi nos enfermamos de risa. Gracias.
Jajajaja, qué alegría. ¡Muchas gracias!
No sé quién está más loco, si la que ve el Panda o el que miente para que la que ve el Panda no lo trate de nabo total. Ah... ¡O vos!
Como siempre, impecable, Luquitas.