Muerte de Albertino Gossi. (Relato dramático que puede llegar a cagarle el día).

domingo, 27 de julio de 2008 |

Para que después no me diga que le cagué el día con un drama que no necesitaba leer porque ya tiene suficiente con sus propios problemas de la vida real siendo estos de índole económica por ejemplo que no llega a fin de mes, o política por ejemplo que usted votó al otro candidato, o social por ejemplo que no logra entrar en contacto real con otras personas, o espiritual por ejemplo que no entiende por qué está usted en el mundo, o todo junto por ejemplo que no llega a fin de mes y votó al otro candidato y no logra vincularse con la gente y encima ni siquiera encuentra un motivo para justificar su existencia bueno la cuestión es que si usted cree que con eso ya tiene suficiente como para encima tener que aguantar un post cuyo final le cagó el día, para evitar todo eso le aviso desde ya que el protagonista de este post al final muere de explosión espontánea de cabeza. Va caminando por la calle y pum le estalla el cráneo súbitamente.

Ahora todavía está a tiempo de retirarse, de decir ah ya tengo suficiente con no llegar a fin de mes como para encima entristecerme. Porque usted aún no se encariñó con el protagonista de este post y por eso si usted se va ahora, si usted cierra la ventana con la oportuna crucecita arriba a la derecha, no pensará nunca más en el pobre hombre cuya cabeza explota al final de este post. Piense que ni sabe cómo se llama, o su edad, o sus gustos. Vuelvo a advertírselo, váyase, o conozca a

Albertino Gossi, un señor muy normal que entre la multitud sólo destaca por su enorme y con esto me refiero a enorme no como en enorme la torre Eiffel sino en enorme como en enorme la Vía Láctea cabeza.
Su cuerpo está bastante bien formado, pero su cabeza es realmente grande. Uno lo ve y lo primero que piensa es qué gigantescamente gigante tiene la cabeza ese señor.

Sin embargo Albertino Gossi se lleva bien con este defecto. Acepta los apodos que la gente le inventa y gracias a esto sus conocidos en general le dice Albertino o como mucho cabezón. Es sabido que si el destinatario de los motes los acepta sin más, estos pierden el atractivo.
Es buen tipo, Albertino, además está eso. Siempre se puede contar con él.
_ Che, Albertino, prestame unos pesos que tengo que pagar la cuota del auto y todavía no cobré.
_ Cabezón no me instalás windows que yo no sé...
Siempre Albertino dice pero por supuesto, cómo no.
_ Gracias Albertino, tenés el corazón tan grande como la cabeza.

Y no ha sido fácil la vida de Albertino, ¿eh? para nada fácil. La madre no quiere verlo. No quiere ni sentirlo nombrar. Ni a él ni al doctor que asistió el parto. ¿Porqué no me hicieron cesárea? es una frase que siempre repite, una y otra vez hasta que vuelven a sedarla los enfermeros del manicomnio.
Eso por un lado. Por otro lado está el hecho de no poder ir al cine o al teatro sin que la gente lo vaya echando hasta la última fila:
_ ¡Eh cabezonasaso movete que no vemos nada!.
_ ¡Dale, planeta con patas, saltá y ponete en órbita!.
_ ¡Pero, ¿vinimos al cine o al Epcot Center?!.
Pobre Albertino. Siempre sonriendo. Disculpen disculpen ya me voy para atrás, sí jaja parezco un planeta con patas, oh jeje el del Epcot no me lo habían dicho nunca, qué ingenioso... siempre aceptando su desproporción y abandonando las salas con la cabeza gacha.
Y está también su problema cervical y el paulatino encorvamiento de sus hombros, y el no poder usar sombreros porque no hay de su talla.

¿Se va encariñando ya?. Acuérdese, por favor se lo pido, de que la cabeza de Albertino explotará repentinamente en la última línea de esta entrada. Puede girar la ruedita de su mouse y comprobar que la última palabra es explotó. Esto no es una buena técnica literaria porque la gente no suele quedarse a leer cosas que ya saben cómo terminarán. Por eso sorprende tanto el éxito de películas como Titanic o la pasión de Cristo pero yo no cuento con el respaldo de millones de dólares o la cara de Leonardo Di Caprio hundiéndose lentamente a la luz de la luna. Igualmente prefiero el fracaso de esta entrada a cagarle el día a usted que ya demasiado tiene con no saber por qué venimos al mundo.

Un día Albertino fue a una charla que dictaba un señor búlgaro experto en gente con desproporciones físicas.
En la sala había gente con manos enormes, con piernas pequeñísimas, había personas con enanismo o con hidrocefalia. Había muchos con un testículo más grande que el otro y casos de mujeres con diferencias de tamaño similares en sus pechos. Fue lindo para Albertino porque aunque se sentó en la primera fila nadie lo abucheó ni lo obligó a retirarse. Entre ciervos no hay cornadas creo que es un refrán que iría bien acá pero no sé, los refranes a veces no se entienden bien por ejemplo al que madruga Dios lo ayuda eso es cualquier cosa porque mirá si Dios va a andar viendo quién se levanta a qué hora para ver qué necesita el madrugador y darle más prioridad que a alguien que se levanta a las 2 de la tarde, pero más allá de los refranes quiero decir que la gente con una oreja del tamaño de un plato puede entender los sentimientos de alguien con la cabeza del galpón para guardar la luna. En fin, que Albertino grabó en su mente cada una de las palabras que el búlgaro dijo mejor dicho su traductora, y pasó un buen rato.

Finalizada la charla, el doctor se le acercó y le preguntó por qué tenía la cabeza tan grande y le dijo que en sus 40 años de carrera nunca jamás había visto algo así, y le dijo que una cosa es nacer con una cabeza un poco más grande digamos unos centímetros de diámetro sobre lo normal y otra muy distinta es una cabeza como esa que tiene usted que parece un globo aerostático pero en fin el señor de Bulgaria estaba muy interesado y le pidió disculpas si sonaba un poco brusco pero le interesaría hacerle unos estudios porque había un método experimental que podría funcionar y reducirle la cabeza al tamaño normal y que había funcionado en el 80% de los casos y que era parecido a lo que hacían los jíbaros, le dijo el búlgaro, sólo que con más ciencia.

La alegría de Albertino. Fue salir y buscar un teléfono público y llamar a todos sus conocidos y contarles que un búlgaro le iba a achicar la cabeza y que en 8 de cada 10 casos todo iba bien y fue también ir con un sastre y pedirle un sombrero a medida porque ahora no le importaba nada solamente quería salir a caminar por la peatonal con su sombrero hecho a medida y con la tarjeta del doctor apretada bien fuerte en la mano, mañana a las cinco pase a verme que en un rato le hacemos la reducción y ya va a ver qué bien va a quedar no duele nada de nada y de golpe un montón de gente llena de sangre y una cosa pastosa que parecen ser sesos y luego histeria general en la peatonal, gritos y llantos y vómitos a medida que van descubriendo incrédulos que en el epicentro del pánico un cuerpo bien formado, un poco encorvado nomás, se balancea sin cabeza. Se balancea sobre una pierna, como si se hubiera detenido sin poder completar el paso, el pie suspendido en el aire y el otro temblando hasta que se dobla la rodilla y Albertino o lo que queda de él cae sobre el pavimento y ahí se queda con su cuello lanzando chorritos de sangre a intervalos regulares, los chorritos de sangre formando un hilito ondulado de sangre hasta una cascadita de sangre que es el cordón de la vereda.

A las 5.45 el búlgaro cierra el consultorio y se va al aeropuerto.

El diagnóstico final del forense fue muerte por hemorragia aunque lo que les dijo a sus familiares y amigos cuando les contó el extraño caso que tuvo ese día en el trabajo no fue muerte por hemorragia, lo que les dijo fue que el tipo pobre iba caminando por la calle tranquilamente y de repente pum la cabeza le explotó.

13 Comentarios:

Unknown dijo...

A quien haya leído todo el post:

Gracias por haber leído todo el post. Yo mismo nunca leo entradas tan largas.

Ahí se ven.

L.

sardinasinsodio dijo...

jajajajajajajajaja, qué pedazo de... cuento!.

3 veces clap.

Mariela Alatriste dijo...

Usted también me cae muy bien. Empiezo a sospechar que usted también está cabezón.

Yo tengo un amigo que es flaco y cabezón, y le pusimos de apodo "paleta tutsi pop".

Saludos.
M.

salomé esper dijo...

ud es cruel, muy cruel, pobre albertino snif.
pero qué bueno lo del epcot center jajajajajaja, mortales líneas señor, carcajada a las 6 de la mañana habráse visto.
triste, triste, jeje.

Anónimo dijo...

AJAJAJJAJAJAJJ

te pongo las partes más célebres según mi opinión:

"¿Porqué no me hicieron cesaria?" ajauajajajj nunca uno piensa en la madre, viste

"su cuello lanzando chorritos de sangre a intervalos regulares, los chorritos de sangre formando un hilito ondulado de sangre hasta una cascadita de sangre que es el cordón de la vereda."

muy gráfico !

"¿vinimos al cine o al Epcot Center?!"
ajauaj lo voy a implementar


"alguien con la cabeza del galpón para guardar la luna"

eso es tierno
=)

Anónimo dijo...

No dejás de sorprenderme. Sos un capo de la narrativa. Ya hacés lo que querés con nosotros tus lectores. No te puedo explicar lo que me reí. Un besote.

Anónimo dijo...

Primero: Me he limpiado las manos antes de teclar la P .

Segundo: morí de risa (uich! soy una insensible!!! :D )

Me encantó! :D

Ay VAleria! dijo...

Yo conozco, porque me contaron, un estudiante alemán de intercambio,al que le dicen ALex, sin uqe este sea su nombre y a quien le explota su cabeza pero con la asombrosa capacidad de autoregenerársela luego. El detonante parece inofensivo, pero quien esté cerca corre riesgos de un eterno coma.

Dos amigos lo pensaron, uno de ellos lo escribió: Wie spät?


(alemán del sur, claro... que lo hace dos vecesa alemán)

Linda hisotria la contada... sobre todo cuando dice: "...galpón para guardar la luna."


SAlut, G.

María Gabriela Costigliolo dijo...

vos sabes que no iba aleerlo, pero como diste tantas vueltas de que no lo leyera me picoel bicho de la curiosidad...muy larog pero buenisimo com siempre. UNn beso

Anónimo dijo...

q groso...
flashie con el relato.
y nada de cagar el día querido, este post le alegra la vida uno. ja
abrazo
facu

Anónimo dijo...

Te odio Chino!!!! no sabía que habías leído boceto de discusión... voy a buscarte eh!!! y encontrarte por allá!!! y decirte... cuánta razón tenías...
te quiero!!!!
y sí firmo hoy!!!!
Luly
por las dudas... unos ... por sí faltan o te quedás corto... (puntos suspensivos)

Manuelita dijo...

No me voy a quejar porque le agregó angustia a mis preocupaciones diarias, sino porque le agregó una preocupación a mis días: ya es la segunda vez que veo/leo que una cabeza explota...¿y si sucede?

fulano/martínvillarroel dijo...

Que maestro...

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