Wiki-umbrella. Pri! o un ensayo sobre la web 2.0. Segunda parte.

Usted no tiene que estar aquí a menos que ya haya leído la primera parte de este maravilloso ensayo de Anatoli Valya. ¿Leyó la primera parte?. No importa, si no lo hizo, sólo tiene que hacer un click exactamente acá.
Si por el contrario usted ya leyó la primera parte, siga leyendo, nomás.
Una última cosa. Wikipedia ha rechazado ambas partes de este artículo, y me ha amenazado: "Si seguís haciéndote el langa te vamos a hackear el alma, paparulo"

Una vez hube terminado definitivamente mis relaciones virtuales con el señor Rafa Love, bloqueando su acceso a mi perfil de Facebook, decidí guiar la proa de mi investigación hacia las costas coloridas de los juegos de rol online.
No es difícil ver qué es lo que atrae a tantos usuarios a estos portales de fantasía virtual. Si la vida real fuera tan simple, si sólo bastara con acumular puntos de experiencia y subir de nivel, vencer trasgos y trolls y asegurarse de que nunca falten pociones y éteres, ¿qué nos impediría ser felices?. Mi elfo, en su primer día de vida, logró acumular 6 pociones, 4 tesoros y subir al tercer nivel de experiencia. En el mundo real continuaban las guerras, las perversiones, la mentira, el egoísmo y la lujuria. Pero durante las siete horas que duró la partida, hasta que un duende nivel 45 hundió un hacha mágica en el cráneo de mi elfo, durante todas estas horas todos los vicios y bajedades de la raza humana me fueron ajenos.

¿DESEA REINICIAR LA PARTIDA? S/N.

La tentación era grande, pero recordé mis objetivos iniciales, que no eran precisamente conquistar las Tierras Hediondas Apestosas Guácala del Señor Lorstord, y continué mi búsqueda de los semihumanos que comentan ¡pri! en cuanto lugar encuentran.

Contraté los servicios de un hacker o pirata informático.
_ ¿Puede usted identificar el lugar geográfico desde donde se ha dejado un comentario en algún blog o foro?.
_ Claro_ me dijo el rufián de la red_ sólo tengo que repimporotear el wallstord principal y correr un filtro Manchester para limpiar cualquier repetidora rollerboarderer, después hacer un whois para identificar el IP del usuario y luego ordenar un protocolo CACACONPURE para asegurarme de que no haya un mirror interviniendo el firware del servidor central de la nave nodriza del doctor Spock.
_ ¿Puede usted identificar el lugar geográfico desde donde se ha dejado un comentario en algún blog o foro?.
_ Sí.
_ Hágalo en silencio.
_ Ok.
Le dí al pillo virtual distintas direcciones donde había podido observar "comentarios pri".
_ El primer comentario se ha realizado desde una computadora en Islandia... un segundo por favor, que está escaneando... sí, es una aldea islandesa llamada Bïloffs.
_ ¿Y este otro? _ le alcanzé un papelito con otra URL.
_ A ver...
Pasaron unos segundos.
_ ¡Epa!.
_ ¿Ocurre algo?.
_ El mensaje se originó desde la misma ubicación.
_ ¿Y este?.
_ Opa lalá... Bïloffs, Islandia.
_ ¿Este?
_ A la pipeta. Lo mismo.
_ A ver este otro.
_ Recórcholis, Islandia.
_ ¿Este?.
_ ¡Por el poder de greiscol!. El país de Björk
_ ¿Este otro?
_ ¡Jolines!. Ídem.
_ ¿Y este?.
_ ¡Qué lo tiró!. Idéntica respuesta.
Para resumir la irritante conversación con este carterista cibernético, las conclusiones alcanzadas luego de una hora de revisar el origen de más de 300 "comentarios pri" fueron abrumantes:

1. Cada uno de los comentarios rastreados habían sido posteados desde un ordenador de Bïsloffs, Islandia.
2. El bandido virtual poseía un repertorio de exclamaciones de sorpresa aparentemente infinito.

Tomé un avion a Reikiavik inmediatamente.

Estoy seguro de que antes de leer la tercera y última parte del deslumbrante trabajo del señor Valya, quiere usted asimilar esta nueva información que lo ha dejado boquiabierto, además de satisfacer otras necesidades más básicas, como por ejemplo ir al baño o comerse una banana.