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Introducción (por Oscar Wilde de Icho Cruz).
No hay que subestimar la negación. La gente subestima la negación todo el tiempo, hay casos en todo el mundo. En Rumania conocí un señor que había perdido las dos piernas jugando al "sierra-hockey" que es como el hockey sobre césped pero con sierras eléctricas; estos rumanos, los deportes que inventan... son un caso. La cuestión es que jugando al sierra-hockey Rupert perdió las dos piernas, pero como la negación era su fuerte, el siguió yendo a jugar.
Sus amigos le decían:
__ Pero Rupert, ya no tienes tus totolas (gambas en rumano), ¡no puedes jugar!
__ ¡Gorfovas! (tonterías, sandeces) yo tengo las dos piernas.
Acto seguido Rupert movía los brazos y hacía gestos raros.
__ ¿Qué haces?__ le decian sus amigos.
__ Cómo que qué hago. Bailo tap, eso hago, ¿o no ven?.
Introducción (por Oscar Wilde de Icho Cruz).
No hay que subestimar la negación. La gente subestima la negación todo el tiempo, hay casos en todo el mundo. En Rumania conocí un señor que había perdido las dos piernas jugando al "sierra-hockey" que es como el hockey sobre césped pero con sierras eléctricas; estos rumanos, los deportes que inventan... son un caso. La cuestión es que jugando al sierra-hockey Rupert perdió las dos piernas, pero como la negación era su fuerte, el siguió yendo a jugar.
Sus amigos le decían:
__ Pero Rupert, ya no tienes tus totolas (gambas en rumano), ¡no puedes jugar!
__ ¡Gorfovas! (tonterías, sandeces) yo tengo las dos piernas.
Acto seguido Rupert movía los brazos y hacía gestos raros.
__ ¿Qué haces?__ le decian sus amigos.
__ Cómo que qué hago. Bailo tap, eso hago, ¿o no ven?.
Primera selección rumana de sierra-hockey. 1923.
Como este ejemplo hay millones en cualquier lado. Pero el tema de este capítulo es saber evitar la negación y darse cuenta cuando nadie lo quiere. Si no, podría convertirse en un politovichna (dolor de huevos) para sus amigos y seres queridos.
Las señales son muchas, aquí sólo nombrare las más comunes.
Supongamos que su nombre es Juan. Si su nombre es Juan, no hace falta suponer.
Si cada vez que llega a un lugar de reunión todos los presentes murmuran en un tono bajo pero lo suficientemente audible "Maldición, llegó Juan el aburrrido" o "Demonios, ahora esta fiesta se va para abajo", tómelo como una señal. Algo que no debe hacer: actuar como si fuera una broma y abrazar a los murmurantes diciendo fraces del orden de "Jaja, son unos, ustedes, pero yo sé que me quieren". Será duro aceptarlo, pero lo mejor sería actuar sorprendido y abandonar la fiesta (y la ciudad, de ser posible) aludiendo que dejó la olla al fuego.
Otra señal. Llega usted a la oficina, aula, club deportivo o a cualquier lugar donde comunmente se lo ve y el resto de las personas instantáneamente abandona el lugar. Lo que no hay que hacer: "Uh, muchachos, justo se van y yo quería contarles la visita a mi suegra". No dé lastima, ¿quiere?.
Y por último, la señal más fácil de notar y la que siempre pasa desapercibida. Estando usted trabajando en su oficina, por ejemplo, viene alguien y le grita : "Che, te odiamos". Jugando un partido de fútbol, sus amigos se gritan unos a otros "no se la pasen Juan, no lo queremos". Llega a una reunión de amigos y todos cantan a coro "Juan no es nuestro amigo, Juan no es nuestro amigo, leru leru, Juan no es nuestro amigo".
La negación es tan fuerte en algunos casos que suele darse lo que se conoce como "escucho lo que quiero escuchar", en este caso "Juan es exitoso, no seríamos nada sin él".
QUE APRENDIMOS HOY.
Supongamos que su nombre es Juan. Si su nombre es Juan, no hace falta suponer.
Si cada vez que llega a un lugar de reunión todos los presentes murmuran en un tono bajo pero lo suficientemente audible "Maldición, llegó Juan el aburrrido" o "Demonios, ahora esta fiesta se va para abajo", tómelo como una señal. Algo que no debe hacer: actuar como si fuera una broma y abrazar a los murmurantes diciendo fraces del orden de "Jaja, son unos, ustedes, pero yo sé que me quieren". Será duro aceptarlo, pero lo mejor sería actuar sorprendido y abandonar la fiesta (y la ciudad, de ser posible) aludiendo que dejó la olla al fuego.
Otra señal. Llega usted a la oficina, aula, club deportivo o a cualquier lugar donde comunmente se lo ve y el resto de las personas instantáneamente abandona el lugar. Lo que no hay que hacer: "Uh, muchachos, justo se van y yo quería contarles la visita a mi suegra". No dé lastima, ¿quiere?.
Y por último, la señal más fácil de notar y la que siempre pasa desapercibida. Estando usted trabajando en su oficina, por ejemplo, viene alguien y le grita : "Che, te odiamos". Jugando un partido de fútbol, sus amigos se gritan unos a otros "no se la pasen Juan, no lo queremos". Llega a una reunión de amigos y todos cantan a coro "Juan no es nuestro amigo, Juan no es nuestro amigo, leru leru, Juan no es nuestro amigo".
La negación es tan fuerte en algunos casos que suele darse lo que se conoce como "escucho lo que quiero escuchar", en este caso "Juan es exitoso, no seríamos nada sin él".
QUE APRENDIMOS HOY.
1. Si vamos a Rumania, no jugaremos sierra-hockey.
2. Intentaremos detectar la negación antes de convertirnos en un politovichna.
2. Intentaremos detectar la negación antes de convertirnos en un politovichna.
2 Comentarios:
jajaj...
no sé para qué escribo risas si ya sabés que me estoy riendo
pero.
te comento..
yo cuidaría con ultra cuidado tu maravilloso Método Varela, porque lo llega a leer Bucay, te lo roba textual ehh...
Ya la veo a mi abuela diciéndome que fue a una charla del vieja y me venga con "Ojo nena, no vayas a ser una politovichna, atendé a las Señales" o que la escuche en la verdulería discutir "Pero escucheme, claro que se puede bailar tap si perdés las dos piernas jugando al sierrahockey !"
"Demonios, ahora esta fiesta se va para abajo" !
ajau